Problemas visuales y aprendizaje

Los problemas visuales y el aprendizaje se relacionan más de lo que crees. De acuerdo con varios estudios, los estudiantes que tienen una buena salud visual tienen mejor rendimiento académico que aquellos que no tienen buena visión. De hecho, los problemas visuales no diagnosticados son una de las principales causas de fracaso escolar.

¿Sabías que nuestros ojos nos permiten recibir el 90% de la información del mundo que nos rodea?

Dicha información es importante para realizar los procesos cognitivos que necesitamos para aprender. Por eso, cuando el sentido de la vista está afectado, otros aspectos de nuestra vida también, como el rendimiento escolar.

Problemas visuales más comunes en edad escolar

Existen varios problemas visuales comunes que afectan el aprendizaje. El más frecuente más común entre los niños y jóvenes menores de 20 años es la ametropía, afecta entre el 25 y 35% e incluye cualquier defecto en el ojo que no permite enfocar bien las imágenes. Las más comunes son: la miopía, hipermetropía y astigmatismo.

La miopía es un defecto refractivo que provoca mala visión de lejos, en el caso de la hipermetropía resulta difícil ver los objetos cercanos y el astigmatismo causa visión borrosa tanto de lejos como de cerca.

La miopía es el problema visual más frecuente en niños, te recomendamos leer nuestro blog: Miopía infantil: ¿cómo puedo saber si mi hijo tiene miopía?

Otros problemas que pueden surgir en edades tempranas son el estrabismo, un padecimiento oftalmológico que provoca una desviación de los ojos. Así como la ambliopía (conocido como ojo vago), que causa visión reducida debido a un desarrollo anormal de la visión.

Leer más: ¿Qué es el estrabismo y por qué genera visión doble?

¿Cómo saber si tu hijo o hija tiene un problema visual?

Para identificar si tu hijo tiene problemas visuales que podrían afectar su aprendizaje, es necesario prestar atención a su comportamiento y hacerle preguntas directas, ya que, por lo general, los niños no se dan cuenta de que están viendo mal. Algunas señales de alerta pueden ser:

• Frotarse los ojos frecuentemente.
• Quejarse de dolor en los ojos o que los sienten “sucios”.
• Tendencia a acercar demasiado los objetos a los ojos “para verlos mejor”.
• Preferencia a mirar objetos alejándolos de los ojos.
• Dificultad para ver el pizarrón, un juguete, etc. en un extremo lejano del salón.
• Fruncimiento frecuente del ceño, “mirar bizco”, torcer la cabeza u otros gestos faciales.
• Mirada vaga.
• Orzuelos frecuentes; ojos irritados o con secreciones.
• Tendencia a cubrirse los ojos para hacerse sombra.
• Sensibilidad anormal a la luz o dificultad para adaptarse a la oscuridad.
• Tendencia a usar solamente un ojo.

Leer más: Cómo identificar si tu hijo tiene problemas visuales

¿Cómo tratar los problemas visuales?

Tener una buena visión es fundamental para mejorar el rendimiento académico. Por eso es importante revisar la visión de los niños durante las diferentes etapas de la escuela primaria. Asimismo, es necesario la corrección a tiempo de la agudeza visual, dado que origina malos hábitos de estudios.

Si se detectan a tiempo los problemas de visión, se puede iniciar el tratamiento temprano y evitar o disminuir la severidad de ametropía en edades mayores, mejorando a su vez el desempeño escolar.

Según la Dra. Beatriz Pérez, oftalmóloga especialista de retina en salauno, todos los niños deben acudir al oftalmólogo al menos una vez al año para valoración integral, ver su graduación, ametropías o si tienen estrabismo. Aunque no presenten síntomas, lo mejor es acudir a una revisión con un médico oftalmólogo y optometrista con regularidad para asegurarse que continúen viendo bien.

En todas las sucursales salauno ofrecemos consultas oftalmológicas que incluyen las pruebas necesarias para obtener un diagnóstico con médicos certificados y licenciados en optometría, atendemos a partir de los 8 años en adelante.

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Fuentes

• Alvarez, C., Sánchez, M., Andreu, C., Villa, C. (2020) Visual Health and Academic Performance in School-Aged Children. International Journal of Environmental Research and Public Health, 17(7): 2346. doi:10.3390/ijerph17072346
• Agüin, V., Cisneros, L., meléndez, R. Minerlines, R. Monagas, A., Angüin, E. (2014). Rendimiento académico y ametropia en escolares. Academia Biomédica Digital, 59.
• Pastorino, N. y Penerini, Y. (1998). Programa de detección de déficit de la agudeza visual en escolares sin patología ocular aparente. Archivos Argentinos de Pediatría, 96: 236-241.