Retinopatía hipertensiva: Definición y tratamiento
¿Qué es la retinopatía hipertensiva?
Es el daño de los vasos de la retina causado por la hipertensión arterial, el cual se presenta en pacientes con hipertensión durante periodos prolongados, especialmente cuando no se controla adecuadamente. El daño a los vasos de la retina aumenta progresivamente y llega a dañar el nervio óptico, el cual transmite las señales nerviosas desde la retina hacia el cerebro, causando un mayor deterioro de la visión que puede conducir a un daño permanente de la mácula o del nervio óptico.
Retinopatía hipertensiva, factores de riesgo
- Hipertensión arterial
- Diabetes mellitus
- Tabaquismo
- Concentraciones altas de colesterol y triglicéridos
- Edad mayor de 50 años
- Embarazo
Clasificación de retinopatía hipertensiva
La clasificación de la retinopatía hipertensiva se establece dependiendo de dos factores: la rapidez con la que progresa y el grado de las lesiones en los vasos, que pueden observarse mediante el examen de fondo de ojo u otros estudios.
En función de la rapidez con la que se daña la retina, puede clasificarse en:
- Retinopatía hipertensiva crónica: el daño a la retina es progresivo y empeora lentamente, dando lugar a este tipo de retinopatía. La progresión lenta de la enfermedad conduce a que los síntomas no se manifiesten durante mucho tiempo, razón por la cual todos los pacientes con hipertensión arterial deben acudir a consultas periódicas con el oftalmólogo para detectar la aparición de esta enfermedad. Por fortuna, es el tipo más frecuente y, aunque el control adecuado de la presión arterial puede disminuir la velocidad con la que progresa, existen otros factores que pueden aumentar el riesgo de complicaciones más graves o de pérdida visual significativa, como la diabetes mellitus, el hábito tabáquico o la ateroesclerosis.
- Retinopatía hipertensiva aguda: aunque es menos frecuente, el daño a la retina puede presentarse de manera rápida si el paciente presenta una presión arterial muy elevada de manera brusca, causando cambios mucho más graves por la misma hipertensión, como daño al nervio óptico (neuropatía óptica isquémica), oclusión de la arteria retiniana u oclusión de la vena retiniana. Por su gravedad y rápida progresión, también se le conoce como retinopatía maligna o retinopatía acelerada.
Retinopatía hipertensiva, síntomas y signos
Por desgracia, los síntomas de la retinopatía hipertensiva se presentan de manera tardía una vez que el daño a la retina es más grave, como en el caso de la retinopatía hipertensiva crónica. La manifestación principal es la visión borrosa, la cual empeora a medida que se acentúan los cambios en la retina.
En el caso de la retinopatía hipertensiva aguda, el empeoramiento de la visión puede presentarse de manera súbita y puede acompañarse de dolor de cabeza, siendo además mucho más grave que en el caso de la retinopatía hipertensiva crónica. El empeoramiento súbito de la visión suele ser transitorio y puede normalizarse al restablecerse las cifras normales de presión arterial.
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Retinopatía hipertensiva, fondo de ojo
Para evaluar el grado de las lesiones por la retinopatía diabética, el oftalmólogo realiza un examen de fondo de ojo en el consultorio utilizando un oftalmoscopio después de administrar gotas oftálmicas para dilatar la pupila (a fin de visualizar por completo el fondo del ojo). Este examen permite valorar el estado de la retina y de sus vasos, brindando la oportunidad de encontrar los diversos cambios característicos de la retinopatía hipertensiva. En función de los cambios en los vasos de la retina, este padecimiento puede clasificarse de la siguiente manera:
Clasificación de Keith-Wagener-Barker | |
Grados de retinopatía hipertensiva | Signos oftalmológicos |
Retinopatía hipertensiva grado 1 |
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Retinopatía hipertensiva grado 2 |
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Retinopatía hipertensiva grado 3 |
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Retinopatía hipertensiva grado 4 |
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Retinopatía hipertensiva, fluorangiografía
Además del examen de fondo de ojo, el oftalmólogo dispone de una herramienta diagnóstica llamada fluorangiografía, en la cual se inyecta un contraste o colorante por vía intravenosa que cruza por el torrente sanguíneo, a fin de que un dispositivo especial tome fotografías del fondo de ojo una vez que el contraste pasa por los vasos de la retina, permitiendo evaluar el estado de la retina y de sus vasos y la gravedad de la enfermedad, así como dar seguimiento al evaluar estos cambios con el paso del tiempo.
Retinopatía hipertensiva, tratamiento
El tratamiento de la retinopatía hipertensiva se limita primordialmente al control de la presión arterial, ya que esto puede limitar la progresión de las lesiones en la retina e incluso puede mejorar algunas de ellas. Para los casos más graves en que ya se presenta edema de retina, existen otros tratamientos como láser o inyecciones intravítreas (intraoculares) de ciertos medicamentos, como corticoides o antifactor de crecimiento endotelial vascular, a fin de detener la progresión de los cambios anómalos de los vasos sanguíneos y disminuir la inflamación de la retina.
La retinopatía hipertensiva no se manifiesta de manera temprana. Si tienes hipertensión arterial o conoces a alguien con esta enfermedad, las revisiones oftalmológicas periódicas pueden ayudarte a prevenir complicaciones visuales graves. Confía tu salud en nuestras manos y agenda una cita en salauno.
May 16, 2019
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