Javier Okhuysen: Eliminar la ceguera innecesaria en México

Por: Matilde Morales Betancour

Javier Okhuysen egresó de la universidad en 2004. Luego se fue a Madrid, Londres y Nueva York. Siete años adquiriendo experiencia fuera del país en temas de finanzas, banca de inversión, fondos de capital de riesgo bastaron para coincidir con Carlos, su socio.

Todo coincidió con el tiempo en el que llegó a sus manos el libro La Fortuna en la Base de la Pirámide, donde conocieron un caso de éxito en la India: un hospital que hace cirugías de manera innovadora, con un modelo social que logra ser rentable y al mismo tiempo ayuda a mucha gente. Les llamó la atención y dos años más adelante se fueron a la India, conocieron el modelo y les fascinó.

Decidimos ahorrar para hacer un proyecto así. De regreso en México implementaron el modelo, donde ya existen las clínicas de oftalmología Salauno, las cuales operan con gran éxito y tienen la gran ambición de llegar a ser un proyecto nacional.

Javier y Carlos regresaron a México en marzo de 2011 porque era momento de emprender y operaron al primer paciente el 1 de agosto de 2011. “Veníamos con un plan muy hecho y comenzamos a operar muy pronto. Arrancamos humildemente en la colonia Roma con ahorros de los dos”.

Hoy son el proveedor más grande de oftalmología en México con diez clínicas de diagnóstico y acaban de inaugurar el centro de alta especialidad de salud visual.

“El hospital central que abrimos en la colonia Roma ya estaba a capacidad.Decidimos entonces abrir el nuevo y fue un gran reto, porque tiene 15 veces el tamaño de la siguiente clínica”.

Son 4 mil metros cuadrados, en el que se invirtieron 100 millones de pesos, crearon 140 empleos y tienen la capacidad de atender hasta 90 mil consultas médicas y de hacer hasta 35 mil procedimientos oftalmológicos al año.

“No solo es un hospital que nos permite triplicar la capacidad quirúrgica, sino que además cuenta con una plataforma para crecer, porque hay un centro para capacitar a las personas que nos van a ayudar a ser la versión dos del modelo. Estamos muy entusiasmados con lo que viene”.

Javier Okhuysen - OficinaUn trabajo que llevan a cabo con la finalidad de cumplir con la misión basada en ‘que les vaya bien haciendo el bien’.

“Estamos buscando un beneficio para la sociedad y si lo logramos también debe haber un retorno económico para quienes nos dedicamos a esto y para los que han invertido en el proyecto, con la finalidad de llegar al máximo número posible de personas para eliminar la ceguera innecesaria en México”.

“Eso es complicado, porque todos tienen expectativas de servicios diferentes. Por eso a lo largo de siete años hemos ido madurando este modelo y creo que estamos en una posición muy sólida para hacer que crezca de manera mucho más agresiva”.

Aliados

salauno opera con alianzas. “En México hay muchas barreras que inhiben que el paciente busque el servicio cuando es tiempo y si no es por medio de alianzas es imposible llevar a cabo esta labor”. En ese sentido, en salauno se sienten como un árbol de Navidad.

“Nos  gusta poner la esfera de todo mundo en nuestro árbol, porque sin eso es imposible hacerlo funcionar”. Tienen esferas de todos los tamaños. Una de ellas es la de los pacientes que los recomiendan. Boca en boca es la principal estrategia de comunicación, que les ha permitido crecer. También hacen diez campañas a la semana de alcance comunitario.

“Vamos a comunidades, diagnosticamos pacientes y los referimos a tratamiento en las clínicas. Así llegamos a lugares que no tenían el servicio”.

“Las fundaciones hacen que operar a la gente que no tiene recursos sea más fácil. Y la alianza más importante es con el gobierno”. Han trabajado con el Seguro Popular, IMSS, entre otros. “Vemos que se hacen muchos esfuerzos, algunos de ellos descoordinados. El dinero no es el problema, hace falta más coordinación para hacer que funcionen mejor los esfuerzos. Tenemos pocos oftalmólogos en México y si no nos organizamos bien para que ellos puedan trabajar felizmente, de una manera productiva y que les sea económicamente viable es difícil que resolvamos el problema”.

Como responsable del proyecto, el trabajo de Javier Okhuysen consiste en lograr que todo su equipo esté motivado. “Que tenga dirección estratégica, que sepan qué esperamos de ellos para hacer que suceda. Dentro de mis responsabilidades está el tema de expansión, financiamiento del proyecto y la digitalización del modelo”.

Como emprendedor, considera que dar el primer paso para este proyecto es uno de sus más grandes logros. “A nivel profesional nos sentimos contentos donde estamos, pero para nada satisfechos. La ambición es grande. Nos da gusto saber que vamos por el camino correcto, pero sí estamos muy comprometidos con hacer que esto crezca mucho”. Por ello, la esfera que destaca más en el árbol de Navidad es el potencial que tiene salauno hacia el futuro.

“Cuando veo las alianzas, lo único que veo es más potencial. Tenemos la ambición de hacer que esto sea un programa nacional. Empezamos por cientos de personas, luego miles y ya vamos en cientos de miles. Queremos entrar ya a millones de personas. Eso es lo que nos hace seguir adelante todos los días”. Una gran meta y ambición, que seguramente lograrán en breve.

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Publicada originalmente en: Revista Líderes Mexicanos, diciembre 2017 

Ene 19, 2018